Galatea logo
Galatea logobyInkitt logo
Obtén acceso ilimitado
Categorías
Iniciar sesión
  • Inicio
  • Categorías
  • Listas
  • Iniciar sesión
  • Obtén acceso ilimitado
  • Asistencia
Galatea Logo
ListasAsistencia
Hombres lobo
Mafia
Multimillonarios
Romance abusón
Slow burn
De enemigos a amantes
Paranormal y fantasía
Picante
Deportes
Universidad
Segundas oportunidades
Ver todas las categorías
Valorada con 4,6 en la App Store
Condiciones de servicioPrivacidadImpronta
/images/icons/facebook.svg/images/icons/instagram.svg/images/icons/tiktok.svg
Cover image for Mr. Boss Man

Mr. Boss Man

Capítulo 2

JENSON

Se había hablado mucho sobre la fusión de Wagner Corporation y Ryder Development. Algunos pensaban que nunca ocurriría. Pero Levi Wagner, el padre de Amelia y abuelo de Skylar, sólo esperaba a que Skylar terminara la universidad para darle parte de la empresa.

Ahora que Skylar se había graduado, firmaron el contrato sin problemas.

—Ha sido un placer verte trabajar, muchacho —dijo Levi mientras me estrechaba la mano. Para un hombre de casi setenta años, su apretón era firme como el roble.

—Gracias, señor —respondí, esbozando una sonrisa.

Se rio.

—Por favor, llámame Levi. «Señor» me hace sentir como un viejo carcamal. Y gracias por aceptar estos cambios.

Para mis adentros pensé: «Como si tuviera otra opción».

—Confío más en la familia que en nadie. Y ahora, eres familia, muchacho. Creo que tú y mi nieta haréis grandes cosas juntos.

Fingí no saber y eché un vistazo a la oficina de mi padre.

—¿Dónde está Skylar? ¿No debería estar aquí? ¿Está en la piscina otra vez?

Papá me lanzó una mirada de reproche. Sabía que estaba intentando dejar mal a Skylar frente a su familia.

—Llegará pronto a casa —dijo Amelia, con una sonrisa de oreja a oreja al hablar de su hija—. Me dijo que no tomará clases este verano. Es porque está dedicando todo su tiempo a aprender sobre el negocio. No para ni a sol ni a sombra.

—Eso es bueno —dije—. Si tú y tu padre queréis darnos a Skylar y a mí el cuarenta por ciento de la empresa a cada uno, quiero saber que se lo toma en serio.

Me sorprendió lo involucrada que estaba mi nueva madrastra en la dirección de la empresa. Por eso estaba en la reunión con Levi y conmigo. Ella también firmó los contratos.

Al igual que mi padre, que me iba a ayudar hasta que pudiera dirigir las cosas solo, Amelia iba a hacer lo mismo por Skylar.

Skylar y yo íbamos a ser los nuevos propietarios y gerentes principales, pero Amelia y papá aún conservarían una pequeña parte para guiarnos.

—No tienes que preocuparte por eso —dijo Amelia, dándome un abrazo—. Mi hija trabaja más duro que nadie que conozca.

Pensé: «Bien. Y al menos tú y mi padre conservaréis el veinte por ciento restante, por si necesito ayuda para deshacerme de ella más adelante».

Levi asintió.

—Quería esperarla, pero planeé un viaje especial para mi esposa que no se puede retrasar.

Mi padre se rio.

—Ah, el secreto de una vida feliz es una esposa feliz, ¿verdad?

Levi se volvió hacia su yerno.

—Le he estado prometiendo este viaje durante un tiempo. Me temo que podría colgarme de los pulgares si lo retraso de nuevo.

Amelia abrazó a su padre.

—Disfrútalo, papi. Me aseguraré de que Skylar te llame cuando llegue a casa para agradecerte. Después de que firme los contratos, por supuesto.

—¿Eso significa que no vendrá a la barbacoa para celebrar, señor? —pregunté.

Levi me miró fijamente.

—¿Qué acabo de decirte sobre llamarme «señor»? —Sonrió de nuevo—. No, muchacho. Pero divertíos. ¡Esta fusión de empresas es para tirar cohetes!

***

Era por la tarde cuando la barbacoa estaba en pleno apogeo, y me alegré de ver a Skylar junto a la piscina otra vez.

Pensé: «¿Nadie trabaja más duro que tu chica, Amelia? Creo que tu hija te está dando gato por liebre».

Iba a burlarme de Skylar, pero al acercarme, me quedé sin palabras.

Skylar llevaba un bikini morado, mostrando más de su cuerpo de lo que había visto antes, incluso cuando la salpiqué con agua cuando llevaba un traje de baño de una pieza.

No sabía que tenía un cuerpo tan hermoso. «Supongo que cuando le dice a su madre que está en la biblioteca, en realidad, está sudando la gota gorda en el gimnasio».

Su piel estaba bronceada, su largo cabello oscuro recogido en alto, y su cuerpo estaba en forma.

Sentí que mi cara se calentaba y mis pantalones cortos de baño se apretaban. Cerré los ojos e intenté alejarme.

«Esto está mal. No debería pensar en ella así. Es mi hermanastra».

Antes de que pudiera alejarme mucho, escuché una voz que no conocía.

—Aquí tienes, cariño. —Un tipo extraño le dio una bebida.

Ella la tomó pero me miró.

—¿Decidiste salir de la cama, Jenson? —Skylar sonrió, cubriéndose los ojos del sol.

—En realidad, princesa, acabo de firmar papeles para mi nueva empresa. No todos podemos estar de brazos cruzados todo el verano.

Ella pareció confundida.

—Nuestra empresa, Jenson. Tenemos la misma cantidad.

—Si te presentas —dije en voz baja.

Antes de que pudiera responder, mi padre se asomó por las puertas.

—Mitch, ¿puedes ayudar a Amelia a sacar la comida? Yo encenderé la parrilla.

«¿Mitch? Así que, ¿el tipo que mira a Skylar es Mitch?».

—¿Te llevas bien con tu nueva hermana?

Me volví para ver a una pequeña anciana con ojos amables y muchas arrugas.

—¿Disculpe? —dije.

—Esa joven a la que miras con cara de pocos amigos es mi nieta, Skylar. Supongo, por la mirada furiosa en tu rostro, que debes ser este Jenson del que he oído hablar.

La dulce sonrisa en su rostro no coincidía con sus palabras afiladas, y me sentí un poco confundido.

Me abrazó.

—No te asustes. Soy tu nueva abuela. Me llamo Rose.

Me aparté del abrazo y ofrecí mi mano para estrecharla en su lugar.

—Jenson. Encantado de conocerla.

Alguien me empujó el hombro y me volví para ver a Jeff dándome una cerveza mientras bebía la suya.

Jeff era un viejo amigo de la secundaria y trabajaba para la empresa de mi padre —bueno, mi empresa— como contador. También le gustaba salir con muchas mujeres.

Lamentablemente, a menudo la gente pensaba que yo era como él. Cada vez que decía algo grosero a una chica, yo solía estar a su lado, y la gente pensaba mal de mí también.

Cuando me volví, Rose ya se estaba alejando. Pensé: «Qué mujer tan peculiar».

—¿Quién es la chica guapa? —dijo Jeff.

Miré a la multitud de gente al otro lado de la piscina.

Estaba acostumbrado a esto: extraños viniendo a mi casa para aprovecharse del éxito y la amabilidad de mi padre. Probablemente, sólo conocía a la mitad de las personas que estaban allí ese día.

—¿La pelirroja? Creo que se llama Jenny —dije.

Negó con la cabeza.

—Quiero decir, es hermosa, pero no, hablaba de la de pelo oscuro con el bikini morado.

—¿Ella? Esa es mi nueva hermanastra, Skylar. Aparentemente, fue a nuestra escuela.

—¿Ah, sí? Habría pensado que la recordaría. Está como un tren. —Se llevó la mano a la entrepierna—. Del tipo que te pone a cien al instante.

Le di un golpe en el estómago, haciéndolo jadear de repente.

—¡Tío! Apenas conozco a la chica. Ni siquiera estoy seguro de que me caiga bien. Pero sigue siendo mi hermanastra, así que deja de pensar en ella así. Además, ahora es tu jefa, y yo también, así que muestra algo de respeto.

—Sólo estoy... mirando —dijo Jeff—. Además, no creo que sea yo de quien debas preocuparte.

Señaló a Mitch, que había vuelto de dentro de la casa y estaba de pie junto a Skylar otra vez.

—No me digas que ese flacucho no la desea.

Jeff tenía razón. Mitch era alto pero sin músculos. Parecía que el único ejercicio que hacía era cuando llegaba tarde a clase.

Pero la forma en que se inclinaba sobre Skylar, sus ojos moviéndose constantemente de su cara a su pecho y piernas, me hizo empezar a sentir enojo.

—¿Cómo estás, Jeff? —dijo mi padre, apareciendo de repente detrás de nosotros.

—No me puedo quejar —respondió.

Papá asintió.

—Jenson, creo que sería bueno llevar a Skylar a la oficina contigo el lunes. No puede aprender todo de los libros. Es mejor que empiece a aprender en el trabajo de inmediato.

—¿No es un poco joven para dirigir el negocio, Richard? —preguntó Jeff.

—Su madre dice que ha querido estar en el negocio desde que era niña —explicó papá.

Jeff levantó las cejas,

—Impresionante.

«Es impresionante. Tiene belleza e inteligencia. Eso es raro».

—Tío, ¿puedes dejarme en paz? No puedo leer contigo a mi lado todo el tiempo.

Skylar sonaba molesta, pero cuando me volví para ver a Mitch ahora sentado en el asiento junto a ella, vi que estaba frunciendo el ceño e incluso parecía un poco asustada.

—Papá, ¿quién es ese tipo? —pregunté.

Papá miró hacia Skylar y levantó una ceja.

—Oh, Mitch... algo. Creo que es un temporal para el verano.

Ya estaba caminando hacia él antes de que papá hubiera terminado. El flacucho tenía su mano en la rodilla de Skylar, y ella se estaba moviendo e intentando alejarse.

—¡Oye, imbécil! —dije mientras me paraba sobre ellos.

Skylar me miró enojada como el otro día, pero algo en sus grandes ojos me dijo que estaba feliz de verme.

Mitch, sin embargo, pareció encogerse bajo mi gran cuerpo.

—Eh, hola, Jenson. ¿Cómo estás...?

—¿Estuviste invitado en la fusión hoy? —dije bruscamente.

—¿Qué?

—¿Puedo ver tu invitación a la fiesta?

Miró de mí a Skylar.

—¿Invitación? No hay invitaciones. Es una fiesta abierta...

—Entonces, creo que será mejor que te largues de mi casa antes de que tu trabajo temporal se convierta en ningún trabajo. Tres, dos...

Mitch se levantó de un salto. Sus ojos temblorosos miraron por encima de mi hombro a mi padre por un momento, y luego, rápidamente, caminó alrededor del costado de la casa.

Mirando a Skylar, vi que sus mejillas se habían puesto rojas.«Maldición, es hermosa».

—Lo estaba manejando perfectamente —dijo enojada antes de agarrar su libro y entrar a la casa.

Cuando volví con papá y Jeff, descubrí que aún estaban hablando de Skylar.

—Mira, no dejes que Sky te moleste, hijo —dijo papá—. Si tiene problemas, dale algún proyecto pequeño para manejar. Cualquier experiencia es buena experiencia en esta etapa temprana.

Levantó un dedo hacia nosotros cuando Amelia lo llamó.

—Lo siento, chicos, tengo trabajo que hacer.

Una vez que estuvo lejos, Jeff se inclinó hacia mí.

—Creo que voy a pasar por tu oficina mucho más a menudo este verano.

—Sólo mantén eso en tus pantalones —dije.

Sonrió.

—No hay nada malo en un rapidito en la oficina.

—Ten cuidado. Odiaría que papá te despidiera por tener sexo con su hijastra en un armario de suministros —le advertí.

—Supongo que tendré que recordar cerrar la puerta la próxima vez —bromeó.

—Sería aún mejor si dejaras de tener sexo por todo el edificio. Si la persona equivocada te pilla con las manos en la masa, puede que no pueda salvarte —le dije.

Jeff se recostó contra la pared.

—Le quitas la gracia a todo. En ese caso, ¿cómo dijiste que se llamaba la pelirroja? ¿Jenny?

«¿Realmente soy tan protector? ¿O estoy... celoso? Contrólate, Jenson, es tu hermanastra».
Continue to the next chapter of Mr. Boss Man

Descubre Galatea

Reencuentro con mi secuestradorHMSA: La corona élficaDos años despuésLobos Milenarios: Su BrumaNegocios y biberones

Últimas publicaciones

Mason - Spin-off: ImpulsoTres. El número perfecto - Bonus: Blanco y doradoEspíritu navideñoEn la cama con el vampiroTruco o trato picante