Dulce tentación

CHLOE

Sr. Liam Kingston, Torre Kingston, calle Avenue, piso 22

Chloe cambió su mirada de los detalles de su teléfono al edificio que tenía delante. De repente se sintió poco vestida con su camisola blanca, su rebeca rosa bebé y sus vaqueros rotos para la «ocasión».

Por no hablar de que, por lo que podía ver, todos los que estaban en el edificio tenían un aspecto elegante con sus trajes de negocios.

Bueno, no estoy aquí para impresionar a todo el mundo ni para encontrar un trabajo en la empresa. Se sacudió sus inseguridades e inhaló profundamente antes de decidirse a entrar en el edificio.

Se dirigió directamente a la recepción, donde dos hombres de seguridad le pidieron que rellenara el formulario de registro de huéspedes y le dieron el pase para acceder al ascensor.

Chloe no pudo evitar darse cuenta de que algunas de las personas la estaban mirando. Tal vez se preguntaban qué estaba haciendo allí. Ella se limitó a ignorar todo y a evitar todo contacto visual.

En el fondo, se preguntaba por qué de repente se sentía tan insegura estando allí, encontrándose con alguien que no conocía.

No hay que pensar demasiado en todo. se tranquilizó a sí misma. Sólo esperaba que el hermano de Scott no fuera tan frío como la sensación que le estaba dando el edificio.

Cuando se abrió la puerta del ascensor, Chloe pudo ver a la señora de la recepción comprobando su aspecto. Juzgándola, para ser exactos. Chloe se acercó a la mujer con aspecto de modelo de la recepción.

—Um, perdón, estoy aquí para...

—No tenemos entrevistas programadas para hoy. —La bella dama ni siquiera miró a Chloe.

Chloe miró la placa de identificación, «Gwen Vois», antes de reírse suavemente.

—No, no, estoy aquí para ver al Sr. Kingston.

En el momento en que Chloe mencionó su nombre, Gwen la miró de inmediato. Incluso en muy poco tiempo, Chloe pudo sentir los ojos de Gwen escudriñando su estilo de pies a cabeza.

—¿Cuál es su nombre? ¿Ya tiene cita? —dijo Gwen, levantando ligeramente la barbilla y las cejas.

—Chloe Sweets. Supongo que... Me está esperando.

—Permítame comprobarlo con su asistente. Puede tomar asiento allí, ahora le llamaré. —Gwen señaló el sofá vacío no lejos de la recepción.

Chloe se dirigió hacia el sofá, pero en lugar de sentarse, se tomó su tiempo para disfrutar de la vista del exterior del edificio. Encontró una ligera calma con sólo mirar el cielo.

—¿Srta. Sweets?

Chloe miró por encima de su hombro y vio a otra chica guapa con gafas, pero que parecía simplemente genuina, a juzgar por su lenguaje corporal, aunque su menor maquillaje no la hacía menos atractiva.

—Sí. —Chloe sonrió.

—Soy Nina, la asistente del Sr. Kingston. El Sr. Kingston está en medio de una reunión inmediata, pero se reunirá con usted enseguida.

—Oh, quiero decir, si no es...

—¡No, no! Me pidió encarecidamente que le pidiera que esperara... Sólo un segundo... —Tartamudeó un poco.

Chloe estaba a punto de dejarla reprogramar la reunión si su jefe estaba ocupado, pero ahora acababa de percibir su nerviosismo de la nada. ¿Quizás, le tiene miedo a su jefe? El pensamiento cruzó la mente de Chloe.

—Claro. Quería decir que entiendo si está ocupado y quiere reprogramar la cita. Quiero decir que no me importa en absoluto. —Chloe trató de calmarla.

Nina dejó escapar un suspiro de alivio antes de sonreír. —Gracias, señorita Sweets. Ahora, si me sigue, por aquí... —Levantó una mano y le indicó el camino.

Chloe intentó seguir los pasos de Nina, que eran bastante rápidos. Era como si llegaran tarde a algo, pero supuso que tal vez era la forma en que se movía el mundo de la oficina.

Todo el mundo tenía prisa; el tiempo era dinero.

—Puede esperar aquí —dijo Nina mientras abría la puerta de cristal a una enorme sala privada con vistas a casi todos los lados de la habitación.

Era curioso que Chloe empezara a sentirse tan pequeña de repente, sólo por estar allí en la elegante sala de la oficina.

Chloe estaba a punto de decirle algo a Nina cuando el propio señor Kingston entró en la sala.

Se dirigió directamente a su mesa ejecutiva sin mirar ni a Nina ni a Chloe.

—Um... Sr. K-Kingston, la Srta. Sweets está aquí.

—Sí, lo sé —dijo brevemente mientras arrojaba su tablet sobre la mesa—. Por favor, retén todas las llamadas y comunícale a la junta que volveré más tarde para unirme a ellos.

Nina asintió rápidamente y salió de la sala de inmediato.

Algo en el interior de Chloe también quería seguir a Nina fuera de la sala porque sentía como si sus tripas acabaran de desvanecerse. La presencia de Liam Kingston la había intimidado nada más entrar.

Su aura dominante junto con su aspecto frío como el hielo, sin emociones y con una mirada peligrosa. Todo ello había hecho que sus rodillas se debilitaran de repente.

—Así que, señorita Sweets, prefiero hacer esto rápido y sencillo —dijo antes de soltar un profundo suspiro.

Chloe trató de ignorar todas las cosas de él que la atraían o le producían sentimientos encontrados hasta el fondo.

Su pelo oscuro, su altura, su corbata suelta, su fuerte mandíbula, su barba de las 6, sus músculos detrás de su traje de negocios... Vale, ¿cuál es la idea, otra vez? ¡Oh, IGNÓRALO, mantén la calma y concéntrate, Chloe!

Ella seguía de pie con los labios entreabiertos. Se dio cuenta de que él había dicho algo, pero no podía recordar realmente lo que había dicho

Sólo deseaba no mirarlo con sus ojos babeantes. ¿O sí?

—¿Srta. Sweets? —Liam la llamó de nuevo. Inclinó la cabeza y se metió la mano en el bolsillo al mismo tiempo. Se preguntó por un segundo qué era lo que tenía en mente que la había dejado helada. Liam se lamió los labios antes de aclararse la garganta.

—S-Sí. Lo siento. —Como si su mente volviera a la tierra, respondió—: No quiero molestarle, veo que está muy ocupado. Su hermano dijo...

—¿Cuánto quiere? —interrumpió Liam mientras sacaba un talonario de cheques de su cajón—. ¿Prefiere un cheque o una transferencia?

Chloe se detuvo un momento, sintiéndose repentinamente confundida. Sus labios se separaron lentamente y respiró profundamente.

—Yo... No entiendo... —dijo mientras negaba ligeramente con la cabeza.

—Su hermana y mi hermano llevan saliendo unos meses y ahora él dice que quiere casarse con ella. Estoy bastante seguro de que su decisión de casarse no se debe a la gran palabra Amor.

Rodeó su mesa, dirigiéndose a donde estaba Chloe. Sus palabras y su voz eran frías mientras la miraba.

Chloe se quedó sin palabras durante unos segundos. ¿Sabe que Melanie está embarazada por culpa de Scott? ¿Has hablado con tu hermano? Quiero decir, ¿hablar de verdad? Estoy aquí para...

—Hablar de su tienda. Lo sé —volvió a decir Liam.

»Señorita Sweet, le agradecería mucho que me ayudara a ganar tiempo. Cuánto cree que es suficiente para reconstruir su tienda. —Se apoyó en su mesa antes de continuar.

»¿Y cuánto para que su hermana deje a mi hermano ? —dijo Liam con los brazos cruzados sobre el pecho.

Escuchar las palabras que dijo hizo que Chloe apenas parpadeara o respirara. Después de asegurarse de que Liam hablaba completamente en serio, Chloe se rió ligeramente con incredulidad: —Ja,ja.

Chloe se pasó los dedos por el pelo antes de dar un paso adelante. Seguro que es un tipo encantador, pero eso no le da razón para tratar a otras personas como le venga en gana .

—Le diré algo —Chloe inhaló— No voy a hacerle perder más tiempo en absoluto. No se preocupe por mi tienda... La construí una vez, lo haré de nuevo.

Se mordió el labio inferior antes de dejarlo temblar más. Sus ojos llenos de asombro hacia él habían cambiado a una mirada decepcionada. Chloe dio otro paso, y sus manos estaban en puños.

—Y en cuanto a mi preocupación por mi hermana y su voluntad de casarse, ¡es una decisión totalmente suya! Y tal vez debería discutirlo usted con su hermano —enfatizó.

Después de decir esas palabras, Chloe le dio la espalda y se alejó.

»Gracias por su tiempo, Sr. Kingston. —dijo sarcásticamente mientras caminaba hacia la puerta entre sus grandes pasos. Chloe siguió caminando hasta salir completamente del edificio. Estaba pensando en llamar a Melanie de inmediato, pero decidió calmarse, seguir adelante y ocuparse de la preparación del proyecto de Jeremy.