El Rey Lobo - Portada del libro

El Rey Lobo

Elle Chipp

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Chapter
15
Age Rating
18+

Sinopsis

La hermana pequeña de Darius se va a casar y no se han escatimado gastos para la princesita de la manada. El futuro marido es un peligro andante, y la novia está acumulando una pequeña fortuna en facturas de boda. Se suponía que Rory iba a organizar la boda, así que, ¿por qué de repente el hermano mayor de la novia se refiere a Rory como compañera? Ella no quiere saber nada, pero parece que el destino tiene otros planes.

Clasificación por edades: +18

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Últimas palabras

La compañera del Rey Lobo

RORY

Corriendo por la casa con el pelo empapado, ya sabía que no iba a llegar a tiempo a la reunión.

Me desperté tarde, y probablemente no debería haber ido al gimnasio. En mi defensa diré que se suponía que era mi día libre, y lo último que esperaba era recibir una boda de última hora. Ultimísima hora, ¡en menos de una semana!

Había recibido la llamada hacía cinco segundos, el cliente exigía mi presencia en su casa en media hora. Al principio, estuve tentada de rechazarlo. Una boda con tan poco tiempo no era tarea fácil.

Pero entonces empezó a hablar del lugar y de la lista de invitados. Luego, me dijo cuánto me pagarían. No hace falta decir que me lo puso difícil para decir que no.

Mi negocio había estado en un aumento constante últimamente, pero aún no tenía el reconocimiento que buscaba.

Llegados a este punto, realmente solo tenía dos opciones. O me subía a un taxi con el pelo mojado o con mis ojeras desnudas ante el mundo porque tampoco había tenido tiempo para maquillarme. Tenía que elegir.

Todavía no podía creer que esa mujer me hubiera llamado a mí, de entre todas las personas. Quiero decir, esto era Nueva York. Ciertamente no había escasez de organizadores de bodas, y parecía que su presupuesto no tenía límite.

Hacía tiempo que soñaba con conseguir algo así para añadirlo a mi currículum, y no podía evitar repetirme que era demasiado bueno para ser verdad. Ofertas como esta no aparecían a menudo.

Claro que había trabajado con muchas novias histéricas, y hasta hablaba su idioma bastante bien, o eso me habían dicho, ¿pero con esta? No tenía ni idea de lo que me esperaba.

Aunque tampoco importaba. Ya me preocuparía de eso en el viaje, por ahora necesitaba meter el culo en una falda y pasarme un peine por el pelo mojado.

Si no me maquillaba mucho, quizá podía darme tiempo a recoger mi empapada melena en un moño, eso podría parecer profesional, ¿a que sí?

No me importaba. Si no les gustaba, que me hubieran avisado antes.

Beep, beep.

Mierda, el taxi ya estaba aquí, y mis botones ni siquiera estaban abrochados. Di saltitos sobre un pie, intentando arrastrar el zapato. Recogí rápidamente las últimas cosas que me quedaban y me prometí a mí misma no volver a acceder a un encuentro como este.

Aunque me ofrecieran un millón de dólares, no merecía la pena salir a la calle a medio vestir.

***

Vale, tal vez esta boda sí merecía la pena, consideré mientras paseábamos por la gigantesca finca.

Cuando pasé por el largo camino de grava hasta la apartada propiedad, a las afueras de la ciudad, me pregunté por qué no había visto antes este lugar.

Pensaba que tenía localizadas todas las joyas ocultas, o al menos todas las que había en un radio de treinta kilómetros, pero esto era algo totalmente distinto.

Este lugar podría albergar una boda real, e incluso una princesa no encontraría aquí nada de lo que quejarse. El suelo de mármol era impecable y pulido. La luz natural era extraordinaria, ¡y ni hablar de la decoración! Si no hubiera estado a punto de reunirme con mi cliente, me habría perdido examinando las obras de arte del vestíbulo de entrada, pero por suerte, me encontró justo a tiempo.

Arya era la definición de la futura novia perfecta, simpática y tan naturalmente guapa que me quedé mirándola un segundo cuando me dio la mano por primera vez.

Pelo largo y rubio, ojos grandes y carácter refinado, se apresuró a acercarse a mí con una sonrisa. Parecía una estatua de mármol tallada, demasiado perfecta para ser la típica humana.

A medida que la iba conociendo mejor, descubrí que esa finca era en realidad la casa de su familia, y que toda la boda estaba financiada por su hermano multimillonario o algo así.

Hice una nota mental para pedirle que me lo presentara.

—Permíteme presentarte a mi prometido, Mike —se le iluminó la cara al hablar de él. Por un segundo, sentí celos del amor que brillaba en sus ojos.

Me sorprendió, porque normalmente se me daba bien mantener a raya mis emociones cuando estaba con un cliente. Cuando trabajas con parejas tan enamoradas, te acostumbras a los apodos ñoños y a los encuentros extravagantes.

Sin embargo, no podía fingir emoción por el amor que había en sus ojos. Ojalá tuviera a alguien a quien quisiera así.

El novio era... bueno, digamos que era un cliente menos perfecto para las fotos. Su pelo parecía estar sin lavar, y obviamente había estado sudando mucho. También vi sus ojos clavados en mis pechos durante demasiado tiempo como para considerarlo un accidente.

Me deprimía ver a un hombre así casándose con una mujer hermosa y amable como Arya, pero eso no era asunto mío. Yo estaba aquí para darles la boda perfecta, y eso es justo lo que haría.

¿A quién le importaba si el novio era un asqueroso? Mientras la novia fuera feliz, yo sería feliz, y además podía prometer que mi cuenta bancaria también iba a estar bastante contenta. ¿Me convertía eso en una mala persona?

—¿Crees que puedes hacerlo? —Arya hizo un mohín en mi dirección—. Odio haber tenido que avisarte en el último minuto, pero mi wedding planner original, Harriet, tuvo a su bebé un mes antes, y tus reseñas eran increíbles en Internet.

Volví a revisar la lista que ya habíamos repasado —mientras agradecía mentalmente mi gran posicionamiento web— antes de contestar. No vi nada imposible en la lista de peticiones que me había entregado.

Era perfectamente razonable con sus expectativas, y además sabía que tenía el presupuesto necesario para hacerlo realidad.

Pero necesitaba ese enorme presupuesto, dado lo caras que eran algunas de esas peticiones: ¿un techo de cristal para una noche estrellada?

—¡Creo que quedará perfecto! Déjamelo a mí. —Le dediqué mi mejor sonrisa encantadora.

Chilló de alegría.

La verdad era que estaba disfrutando de esta boda más que de la mayoría. Definitivamente me gustaban los retos. Mientras este personaje, Mike, se mantuviera a distancia, yo estaría contando los días.

¿Qué podía salir mal?

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