Le robé su primer beso al chico malo

ADDY

Kaylee está sentada detrás de mí, recogiendo mi pelo desordenado mientras protesto sin parar como hago cada vez que sale este maldito tema.

一Recuérdame de nuevo por qué vamos a esta fiesta 一gimoteo, intentando zafarme de su agarre de acero.

一Porque tú, mi querida amiga, me lo debes. Se da la vuelta y guarda el rizador antes de sacar su neceser de maquillaje, preparándose para atacarme la cara con sus pinceles.

La miro con desprecio.

一No es verdad. Sabes que odio las fiestas con toda mi alma. 一Mis dedos se enroscan alrededor de mi pelo, ahora ondulado.

一Bueno, pues haberlo pensado antes de mentirme sobre Asher 一responde, ignorando por completo mi mirada sombría.

一Realmente lo había superado. 一Hago un mohín.

Kay me lanza una mirada mordaz.

一Lo había superado hasta que hoy lo he visto tocando la guitarra en el recreo. ¿Has visto cómo rasgueaba con los dedos suavemente los acordes? 一La miro soñando y me da una palmada suave en la cabeza.

一Te lo juro, Addy, eres increíble.

一¡Pero si me quieres! 一La miro a tiempo de ver cómo una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro. Me levanto de un salto y le beso la mejilla antes de salir corriendo.

一¡Addy! Vuelve aquí, monstruo.

Me río entre dientes antes de volver de puntillas.

一Vale. Dame una buena razón para acompañarte hoy a tu estúpida fiesta. 一Mi sonrisa crece, sabiendo que ella no tendrá ninguna buena razón.

一En primer lugar, Trevor nos ha invitado a los dos.

Asiento con la cabeza, dejándome caer en la cama. Trevor es el hermano de Jalina.

一No es razón suficiente. 一Sonrío.

Kay me devuelve la sonrisa. 一Ni siquiera había terminado. Asher también viene. 一Se ríe de mi reacción.

Esto era de lo que estaban hablando antes.

一Prepárame, perra. ¿Cuándo era la fiesta? 一pregunto ansiosamente.

一¡Increíble! 一Kay me sacude la cabeza antes de restregarme cosas aleatorias por la cara.

Gruño. 一Recuérdame por qué he aceptado hacer esto.

Kay se ríe como respuesta.

***

一No creas que no sé por qué querías venir tú a la fiesta de Trevor. 一Sonrío a Kaylee, que está bajando el volumen de la radio.

一Cállate. Me enteré de que iba a venir y ¿qué mejor momento para ponerlo en su sitio? ¿Verdad? Voy a enseñarle quién es Kaylee Heart.

Aparca el coche en un sitio libre y sale por la puerta antes de que pueda contestar, dejándome sentada sola.

Gruño fuerte.

Tras un rato debatiéndome sobre si debería simplemente admirar a Asher desde mi ventana, subo a casa de Trevor.

Kaylee no aparece por ninguna parte.

Saludo a algunos conocidos antes de acercarme al sofá, sintiéndome algo incómoda. La casa de Trevor es enorme. Había estado aquí un par de veces, pero nunca en una de sus locas fiestas.

Tengo la garganta seca y veo zumo en la mesa que tengo delante. Justo lo que necesito. No me lo pienso dos veces y me lo bebo entero antes de volver al sofá.

Un momento... ¿eso era zumo?

El extraño sabor persiste en mi lengua mientras dejo caer el culo sobre los cojines.

La gente habla, baila y se enrolla por todas partes. Miro a mi alrededor con curiosidad antes de volver a levantarme.

一Addalynn, no sabía que ibas a venir 一me grita Maya, una chica de mi clase de Física.

»Ven y enséñanos tus movimientos, 一grita, cogiéndome del brazo.

La sigo a través de la multitud, ansiosa por quitarme los nervios bailando.

¿He dicho ya que me encanta bailar? Pues sí. Siempre me ha gustado bailar. Es lo único que me hace olvidar todo lo que me rodea.

Empieza a sonar «Havana» de Camila Cabello y suelto una risita. Mis caderas se mueven solas y poco después todo mi cuerpo se balancea al ritmo de la canción. Mis labios pronuncian la letra y la gente a mi alrededor me anima.

一¡SÍ, ADDY! Mueve el culo, chica 一grita Casey, el gemelo de Maya, y de repente me siento más segura de mí misma. Mi pelo se balancea de un lado a otro y levanto las manos. La gente se me une y ya no me siento incómoda.

Pues al final, las fiestas no están tan mal.

Una mano me agarra la cadera y jadeo al contacto. De repente, me empujan contra un cuerpo. Me doy la vuelta rápidamente y miro a un par de impresionantes ojos grises.

一Addalynn, ¿verdad? 一me pregunta suavemente一. Mmm.

Rozo sus orejas con mis labios antes de apartarme.

Madre mía. ¿De dónde he sacado las agallas para hacer eso?

Intento moverme, pero el chico me tira hacia atrás. Me mareo e intento zafarme de nuevo.

一¿Adónde vas, guapa? 一me pregunta, girándome de nuevo hacia él.

一A bailar, ¿no lo ves? 一No le doy tiempo a responder antes de liberarme y salir corriendo.

Será mejor que encuentre a Kay.

Mis pies me llevan al jardín, donde la fiesta está en su apogeo. La piscina está llena de gente. Las luces que han colocado de diferentes colores son lo único que ilumina el lugar.

Me acerco a la piscina, ya un poco mareada.

一Kaylee, ¿dónde diablos estás? 一murmuro, poniéndome de puntillas.

Justo cuando intento adelantar al chico que tengo delante, se corta la luz. La gente balbucea a mi alrededor sorprendida, algunos gritan y chillan. Yo, en cambio, estoy aterrorizada.

Siempre he odiado la oscuridad. El único lugar en el que me siento cómodo en la oscuridad es mi sitio especial.

一¡Moveos, idiotas, tengo que ver qué ha pasado! 一Oigo gritar la voz de Trevor. Doy otro paso adelante, a ciegas. Mi corazón late frenéticamente en mi pecho.

¿Dónde está Kaylee cuando la necesito?

Aprovecho la oportunidad e intento moverme de nuevo, pero pronto me doy cuenta de que ha sido un error. En lugar de poner un pie en el suelo, caigo hacia delante.

Mis sospechas se confirman cuando el agua algo fría me envuelve.

¡Mierda! ¿Cómo he podido caer en la maldita piscina?

Mis brazos se agitan a mi alrededor, intentando desesperadamente mantenerme en pie, pero mi cuerpo no parece querer cooperar.

一¡Mamá... papá...! 一Consigo balbucear cad vez que mi cabeza sale a flote. No sé nadar.

¿La gente es ciega?

No, idiota, la gente está demasiado ocupada averiguando cómo se fue la luz para darse cuenta de que te estás ahogando.

Estoy a punto de gritar «¡Socorro!» cuando dos fuertes brazos me rodean. Mi frente choca con un pecho suave pero firme, y jadeo fuerte al contacto, con los ojos muy abiertos.

Mis piernas bronceadas se enrollan automáticamente en torno a las caderas de mi salvador, y mis brazos rodean su cuello en señal de alivio.

Cuando sé que estoy a salvo, entrecierro los ojos intentando verle, pero está demasiado oscuro.

一¿Estás bien?

Jadeo fuerte cuando oigo su voz.

Asher.

Exhalo con dureza, intentando sobreponerme al hecho de que estoy en los brazos de Asher una vez más.

Oh, Dios, espero que no pueda verme la cara. Me moriría de vergüenza.

一Estás a salvo 一dice tranquilizadoramente.

Estoy sorprendida. Nunca había oído a Asher hablar a nadie en ese tono.

Por alguna estúpida razón, no aparto la cara.

En lugar de eso, me apetece aprovechar el momento. Me acerco más a él, entierro la cara en su cuello y murmuro un suave gracias.

Se pone rígido brevemente antes de relajarse, pero no se aparta.

La música sigue sonando por los altavoces y la gente parece ignorar que la oscuridad es total. Vuelven a bailar y a hablar.

Yo, en cambio, no quiero moverme ni un milímetro. Nunca me he sentido más segura que en los brazos de Asher.

Pasan los segundos y alejo la cara. Puedo sentir sus fuertes hombros contra mí. Su aliento mentolado contra mi boca.

¡Bésalo!

No, no puedes ir por ahí besando a la gente, Addalynn.

Pero no es cualquiera, es Asher King, y probablemente ya ha besado a un montón de chicas.

La idea hace que se me revuelva el estómago de celos, pero rápidamente me lo quito de encima.

¿Por qué no puedo darle mi primer beso al chico que nunca se iba a fijar en mí?

Un beso.

Un beso inofensivo.

A Asher tampoco parece importarle abrazarme. Podría haberme soltado si hubiera querido. ¿Verdad?

«Me voy a arrepentir de esto más tarde», canto en mi cabeza antes de cerrar los ojos.

«¡No falles, no falles!» me repito antes de acercarme. Quiero decir, ¿qué embarazoso sería si le besara la nariz o algo así?

No sé si Asher es consciente de lo que estoy haciendo. Pero en ese momento, de repente, ya no me importa nada.

Tres...

Dos...

Uno...

Hago una cuenta atrás antes de presionar mis labios agrietados contra los suaves y húmedos suyos.