Alfa y Luna - Portada del libro

Alfa y Luna

Skylar Greene

Capítulo 4

EMILY

Me duele tanto que Darren actúe como si quitarme la virginidad no fuera nada para él. Él es el amor de mi vida.

Anoche tuve que hacer muchas cosas para asegurarme de que se acostara conmigo. Tuve que pagarle mucho dinero a una bruja oscura para que me diera la poción.

Me prometió que no podría descubrir que había sido drogado. Fui yo quien puso el líquido de la poción mientras me hacía la borracha.

Anoche fue la noche más maravillosa de mi vida. Fue todo un caballero mientras hacíamos el amor.

Al principio pensé que no cabría, porque es muy grande, pero cupió. Encajó, e hicimos el amor, aunque no fue demasiado rápido, porque era mi primera vez.

Pensé que por la mañana estaría tan contento como yo. Pero cuando me desperté con la cama vacía, pensé que se había ido para que nadie supiera que habíamos pasado la noche juntos.

No puedo contárselo a nadie, porque sé que Ava y Lily me juzgarían. No lo entienden. Lo amo con todo lo que hay en mí, y sé que seré una buena Luna.

Pensé que cuando se diera cuenta de que me había desvirgado haría lo correcto y me convertiría en su Luna. Odio que le haya contado a Liam lo que pasó.

Liam me ha estado preguntando cómo pude dejar que Darren se llevara mi regalo más preciado cuando sé que Darren no me quiere. Pues bien, creo que mi hermano debería preocuparse por sus cosas y dejarme tranquila.

De un modo u otro seré la próxima Luna, y todos se inclinarán ante mí.

***

JADE

Julia y yo nos turnamos para conducir. Por fin llegamos a una bonita ciudad de Arizona que tiene una universidad en la que podríamos hacer un cambio de expediente.

Ya no me duele la cara después de la bofetada que me dio. No veo ni rastro del moratón que me dejó, ni de la cicatriz del labio. No le conté a Julia lo que me hizo, porque no quiero que se preocupe.

Somos de Irlanda y somos gemelas (bueno, nos llevamos diez meses), y yo soy la mayor, así que tengo que asegurarme de cuidar de ella.

Desde que murieron nuestros padres, solo nos tenemos la una a la otra . Cuando fallecieron, nos dejaron con mucho dinero, lo que nos ayudó a entrar en la universidad.

Pensamos abrir nuestro propio negocio cuando acabemos la universidad. Yo soy desarrolladora de software y ella, ingeniera informática.

Solo nos quedan unas cuantas clases y podremos graduarnos. Antes de venir, investigué esta ciudad; sentí que algo me llamaba a estar aquí, así que vinimos.

Paramos en un restaurante de carretera. Al otro lado de la carretera es todo bosque; sencillamente precioso.

Me encanta la naturaleza, así que me quedo observando el bosque que tengo delante; de repente, me da la sensación de que veo unos ojos brillantes azules mirándome. Al instante desaparecen. Quizá mis ojos me estaban jugando una mala pasada.

Entramos en el restaurante y nos sentamos en un reservado.

Una dulce anciana se acerca a tomarnos nota. Pedimos hamburguesas, patatas fritas y Coca-Cola.

―¿Y ahora qué, Jade? ―me pregunta de repente Julia.

Le digo que haremos el cambio de expediente a la universidad de aquí y luego buscaremos un local para abrir nuestro propio negocio.

También le digo que, después de comer, iremos a una tienda a comprar teléfonos nuevos y que luego buscaremos un sitio donde alojarnos.

―Lo siento, no pretendía escuchar su conversación, pero si necesitan un lugar donde quedarse, hay un hotel a unos cinco minutos de aquí ―nos dice la señora que se acercaba con nuestra comida.

Le damos las gracias, comemos, pagamos y nos vamos. Encontramos el hotel, y parece estar vacío, aparte de un único coche que hay en el aparcamiento. Le digo a Julia que esto es provisional, solo hasta que encontremos un apartamento.

En cuanto entramos en la habitación, los dos nos tiramos en la cama. Llevábamos días apretujadas en el coche, conduciendo, pero es que necesitaba alejarme todo lo posible de Owen.

Sé que él no iría a la policía, porque no podría explicar por qué tiene la cara cortada sin delatarse. Espero que no nos encuentre aquí.

Después de una buena noche de descanso, nos dirigimos a un pequeño supermercado y luego nos ponemos a buscar apartamentos. Espero que encontremos uno pronto.

Conseguimos algo de comida para el hotel, ya que tiene una minicocina, y luego compramos teléfonos nuevos.

Cuando volvemos a la habitación, llamo a la nueva universidad y pregunto por las admisiones. Una vez que tengo toda la información que necesito, llamo a mi antigua universidad y les digo que me pasen la documentación necesaria.

Solo espero que el lunes tengamos noticias de la nueva universidad.

En el periodico, buscamos alquilar una casa y encontramos un apartamento bonito, espacioso y a buen precio. Llamamos a la inmobiliaria para verlo y a las dos nos encanta.

Inmediatamente, para no quedarnos sin ella, pagamos la fianza y el primer mes y empezamos con la mudanza. No tenemos muchas cosas ya que solo cogimos lo básico para poder irnos. Decidimos que al día siguiente iríamos de compras para conseguir ropa nueva y cosas para nuestro nuevo hogar.

Cada una elige una habitación. La casa tiene tres dormitorios y tres cuartos de baño. Cada habitación tiene su propio vestidor y su propio cuarto de baño.

La cocina tiene un tamaño decente, al igual que la sala de estar. Es una casa bastante grande para nosotras.

No queremos llamar la atención, y comprar este pequeño apartamento al contado ya lo ha sido.

La agente inmobiliaria nos miró como si intentara averiguar de dónde habíamos sacado tanto dinero. Pero yo solo quería un lugar al que poder llamar hogar después de todo lo que hemos pasado.

Elegimos nuestras habitaciones, y por suerte tenemos sacos de dormir hasta que consigamos unas camas mañana.

Julia viene a mi habitación y me pregunta si puede quedarse en mi cuarto con su saco de dormir hasta que consiga su cama.

Le digo que no pasa nada y se duerme enseguida. Creo que mi secuestro le ha pasado factura y no lo está llevando demasiado bien.

Intento estar bien por ella, pero cuando confirmo que se ha quedado dormida, dejo caer mis lágrimas. Me aterra demasiado la idea de que pueda encontrarme y matarme, o matar a Julia, o a los dos.

Lloro hasta dormirme y rezo para que no nos encuentre.

Siguiente capítulo
Calificación 4.4 de 5 en la App Store
82.5K Ratings
Galatea logo

Libros ilimitados, experiencias inmersivas.

Facebook de GalateaInstagram de GalateaTikTok de Galatea