Alfa y Luna

DARREN

Los chicos vienen a mi habitación y me dicen que van a jugar al baloncesto y me preguntan si quiero unirme. Les digo que sí y bajamos a la cancha.

Este puede ser mi último fin de semana de diversión sin responsabilidades. Mi padre ya me dijo después de graduarme pasaría más tiempo en la empresa y me ocuparía más de los asuntos de la manada.

Ya sé gestionar ambas cosas, pero papá también me ha estado ayudando. Me dijo que después de la graduación me encargaría más trabajo para prepararme para ser Alfa.

Mientras caminamos hacia la pista, le pregunto a Liam si su hermana está bien. Me confirma que lo está y se disculpa por sus locuras. Le digo que espero que no vuelva a repetirse.

Dice que habló con ella y que ahora debería dejarme en paz. Espero que tenga razón.

Jugamos al baloncesto y, después de unas tres rondas, nos sentamos a recuperar el aliento.

―Chicos, no se lo digáis a nadie, pero hoy he captado el olor de mi compañera.

Están muy emocionados. Luego me preguntan por qué no salgo a buscarla.

―Capté el olor cerca de la ciudad humana mientras iba corriendo. Estaba cerca del restaurante de la carretera. ¿Y si es una humana? No puedo tener una compañera humana ―les respondo.

―Tío, sabes que los lobos vamos a la ciudad humana constantemente. Podría ser tu compañera y no ser humana.

―Sabes que solíamos ir a ese restaurante después de la universidad todo el tiempo. Seguro que era una loba.

Me relajo. Tal vez tengan razón. Nosotros solíamos comer allí todo el tiempo, y otros lobos siguen comiendo allí.

Cambio de tema y les pregunto si mañana quieren ir al pueblo. Necesito algo que me distraiga de la espera de los resultados de mi analítica.

Prefiero no decirle nada a los chicos hasta que tenga los resultados.

***

AL DÍA SIGUIENTE

Nos dirigimos hacia la ciudad en mi jeep. Voy al centro comercial, porque necesito más trajes, ya que voy a ocuparme más de los asuntos de la manada y de la empresa. Mi ropa normal ya no me sirve.

Entramos en el centro comercial, pasamos por todas las tiendas de ropa de mujer y entonces vuelvo a sentir el olor de mi compañera.

―Compañera. Compañera. Nuestra compañera está aquí, Darren.

No me doy cuenta de que me he parado en una tienda de ropa de mujer.

―Tío, ¿estás bien? ―me pregunta Noah.

―Está aquí. Puedo olerla.

Los chicos me dicen que entre en la tienda, pero me quedo en la puerta. El olor se acerca. La puerta se abre. Y entonces entro en contacto visual con los ojos color avellana más bonitos que he visto nunca.

Tiene la piel suave, color caramelo, y el pelo largo, rizado y negro. Lleva unas gafas negras redondas que se ajustan a su cara perfecta. Para mí es perfecta.

Recorro con la mirada su cuerpo y me relamo al ver sus jugosos labios rosados.

Tiene unas tetas de buen tamaño ―probablemente 80C―, un culo redondo, un vientre plano y es bajita. No debe medir más de un metro setenta.

Nos miramos fijamente durante lo que parece una eternidad. Entonces me doy cuenta de que es humana. Rompo el contacto visual con ella y me doy la vuelta para alejarme.

―Es guapo ―dice la chica que está con ella.

―Es un maleducado por mirar sin saludar ―responde mi compañera.

Me alejo rápidamente todo lo que puedo de ella.

―Vuelve y reclama a tu compañera. Es preciosa.

―Goliat, ¡es humana! No podemos tener una Luna humana.

―La Diosa de la Luna no comete errores. Ella fue hecha para nosotros. Si rechazas a nuestra compañera, entonces seré yo quien te deje.

Bloquea su enlace mental después de decir eso. Sé que está enfadado, pero hablaré con él cuando se calme.

―¿Por qué la dejaste? ―me preguntan los chicos.

Los miro como si estuvieran locos. Podían oler que era humana como yo.

―Es humana. No puedo tener una Luna humana. Debilitaría a la manada. Creo que es algo que ya sabéis.

―No debería importar que sea humana. Está hecha para ti. Sé que cuando encuentre a mi compañera, sea humana o no, la reclamaré ―dice Liam.

Para él es fácil decirlo. Él no es un Alfa como yo. Yo necesito una Luna fuerte, y los humanos no son fuertes.

No tengo nada en contra de los humanos ―algunos incluso están apareados con miembros de mi manada―, pero no puedo tener una Luna humana.